domingo, 25 de octubre de 2015

Cosmos VS Caos.


Las diversas catástrofes que tienen lugar en el mundo son fácilmente apreciables cuando abrimos un periódico, escuchamos la radio o vemos las noticias. Los terremotos, los tsunamis, la extinción de especies, la contaminación, el cambio climático, el terrorismo, los secuestros, las epidemias o los homicidios, son perfectos ejemplos de que no vivimos en un mundo perfecto.

Desde luego, las desgracias podrían continuar enumerándose y esto nos hace reflexionar sobre si realmente del Cosmos estamos volviendo al Caos original. Caos, término que proviene del griego (Kháos), designa lo impredecible, el desorden. El Cosmos (Kósmos), es lo contrario al Caos, es todo aquello que sigue un orden, a veces un sinónimo del universo.

Según los griegos, fueron los dioses quienes introdujeron en la tiniebla absoluta original un orden.
Esta idea del universo como algo ordenado permitió que en el siglo VI a.c en Grecia, un grupo de filósofos y científicos, entre los que se encontraban Tales de Mileto y Empédocles llegaran a la conclusión de que todo puede llegar a explicarse, todo está sujeto a la ley de causa y efecto.

La humanidad vivió tranquila durante varios siglos ateniéndose a esta idea; a pesar de que tuvieron que pasar por desastres naturales y hambrunas, sostenían que todo se debía a un orden y que lo más probable fuera que tuvieran que soportar no siempre cosas buenas, pues todo debía seguir un equilibrio.

Cuando Kant en el siglo XVIII publicó Crítica de la razón pura, aportó argumentos suficientes para que algunas personas comenzaran a plantearse si realmente vivían en un Cosmos perfecto, es decir, sin fisuras, en el que todo se podía explicar desde la razón y el conocimiento humano.
A partir de entonces, los principios morales absolutos, los principios de la física y de las ciencias naturales, fueron cuestionados. La vía de la razón no podía demostrarlos. 

Si la casualidad no existe, entonces el mundo  se podría considerar como un Cosmos en el que todo es perfectamente explicable, y teniendo en cuenta sus desórdenes, no podemos afirmar que ese concepto tiene validez. A veces vemos casos en los que, tristemente, un padre asesina a su hijo, ¿podemos decir que esa persona no tiene un desorden mental? ¿podemos decir que eso estaba predeterminado?


Orden y desorden, luz y sombra, bien y mal, justicia e injusticia, cosmos y caos, están presentes en nuestra existencia. 
Sufrimos experiencias oscuras, que tanto nos recuerdan al Caos, sin embargo, no deja de ser verdad que en la mayoría de casos el orden se impone.  

Caos

Cosmos


En cada uno de nosotros hay caos y orden, bien y mal. Pero esto se puede y se debe controlar. Hay que aprenderlo. Y tú estás aprendiéndolo.           Andrzej Sapkowski